Un clásico con la compañía de mi hija, un buen día.El tiempo nos respetó lo necesario para subir y bajar, porque a la tarde se cerró bastante. Salimos del Santuario de Arantzazu, para subir hasta la campa de Urbia, a través de un bosque de hayas y alerces, que te protegen del sol y animan la subida.
Una vez en Urbia la vista se abre en un tono verde de la hierba y gris de la caliza, todo ello salpicado de motas de color blanquecino, que son las ovejas que pastan por allí.
Seguimos hacia el cresterio de Aitzkorri, pasando por el barrio de Arbelar, conjunto de txabolas de los pastores, a partir de aquí el terreno pica hacia arriba, hasta llegar a un poste indicador de los puntos cardinales. Luego es un poco sube y baja, más sube que baja, hasta llegar a la ermita del Santo Cristo y a la cima de Aitzkorri, que no es el más alto del cresterio, pero si el más visitado.
sábado, 16 de agosto de 2014
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